Básicamente cuando hablamos de autoconsumo eléctrico nos referimos a la metodología por la cual cualquier usuario puede ser capaz de producir la electricidad necesaria para ser consumida de forma autónoma.
El autoconsumo puede suponer grandes ventajas para los usuarios, entre ellas destacamos:
Todo depende del punto de vista que lo miremos. Está claro que a día de hoy optar por el autoconsumo eléctrico supone una inversión sobre todo para la instalación. Hay kits de autoconsumo de diferentes tipos y precios que pueden satisfacer las necesidades del usuario.
Los gastos totales para poder optar al autoconsumo se dividen en tres, una parte corresponde al precio de la placa fotovoltaica o al sistema de autoconsumo que se elija, otra parte son costes administrativos y la tercera parte son para los costes de instalación.
El período de amortización de la infraestructura necesaria para optar al autoconsumo eléctrico depende del tipo de inmueble y de las horas que las placas reciban sol y si se puede adaptar el consumo a las horas de luz solar.
En un hogar el período de amortización suele ser mayor ya que en la mayoría de los casos es necesario la instalación de baterías que permitan acumular energía para las horas en las que las placas solares no reciben sol. En cambio, en las oficinas cuyo horario suele coincidir con las horas en las que las placas reciben luz solar el periodo de amortización se puede reducir a la mitad.
Podemos optar por dos tipos de autoconsumo dependiendo de la infraestructura, de la ubicación y de las necesidades.
Son aquellas instalaciones en la que no existe conexión con la red eléctrica, por ello, es necesario disponer de baterías para el almacenamiento o disponer de un generador que permitan abastecer el inmueble en momentos que los que hay escasez de recursos.
En este caso las instalaciones están preparadas para poder pasar el excedente de energía generada a la red eléctrica con la finalidad de utilizarla cuando sea necesario. Pasado un tiempo se hace un balance de energía consumida y energía vertida pagándose la diferencia de ese balance.
En conclusión, lo ideal a la hora de plantear una infraestructura de este tipo es pedir la ayuda a un asesor energético para que realice un estudio y así pensar que opciones son las que más se adaptan a las necesidades del inmueble.